Después de debatir en clase si es posible el aprendizaje de los animales y de ver el la entrevista que Eduardo Punset hace a Nicholas J. Mackintosh, catedrático emérito de psicología en la Universidad de Cambridge; yo creo que los animales sí que aprenden. Al igual que cuando somos pequeños y nosotros asociamos estímulos con respuestas, como el dolor, los animales también se mueven por los mismos estímulos y por instintos. Podemos adiestrara a los animales, lo cual es una manera de enseñar y educar, al igual que cuando somos pequeños nos enseñan lo que está bien y mal. Por ejemplo, a los humanos nos enseñan a hacer nuestras necesidades en el baño y a los perros los enseñamos a hacerlo en la calle.
En el caso de los simios, animal del cual descienden los humanos y por ello compartimos ciertas habilidades. Utilizan herramientas en estado, resuelven diversos problemas, tienen un altísimo desarrollo comunicacional, forman fuertes y estrechos lazos sociales que sostienen comunidades enteras y mucho más, todo gracias a sus sorprendentes capacidades cognitivas.
Un buen ejemplo de que los animales sí pueden aprender es Koko, un gorila que conoce más de 1000 signos del lenguaje de señas americano. Gracias a estas enseñanzas, el animal es capaz de comunicarse con los humanos, lo que lo convierte en el único del mundo que puede lograr esta hazaña. La gorila ha lanzado multitud de mensajes, pero ahora ha sorprendido con una lección de vida pidiendo a los países que asistieron a la Cumbre del Clima de París que sean respetuosos con el medio ambiente y la Tierra.
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